¿Qué hacer si siento que la terapia no me está ayudando?

Mujer experimentando estrés durante una sesión de terapia, mientras el terapeuta toma notas

No siempre se avanza en línea recta. Pero eso no significa que no estés avanzando.

Cuando el proceso se estanca o no cumple tus expectativas

Es natural que al comenzar una terapia tengas expectativas: sentirte mejor, avanzar, entenderte, resolver.
Y a veces, esa mejora llega pronto.
Pero también puede ocurrir que, en algún momento, sientas que la terapia no está funcionando.
Que no avanzas. Que no conectas. O que no estás logrando lo que esperabas.

🟨 Esta sensación es más frecuente de lo que parece.
Y lejos de ser un “fracaso”, puede convertirse en una oportunidad para revisar, ajustar y crecer desde otro lugar.

1. Revisa con honestidad qué te está haciendo sentir así

Antes de tomar decisiones apresuradas, párate a observar:

  • ¿Sientes que no estás mejorando?
  • ¿Te cuesta aplicar lo que habláis en consulta?
  • ¿No sientes conexión con tu terapeuta?
  • ¿El enfoque no encaja contigo?
  • ¿Te da pereza seguir?

Ponerle palabras a lo que te pasa ya es parte del trabajo terapéutico.

2. Habla con tu terapeuta. En serio.

Puede parecer incómodo, pero hablarlo directamente en sesión es clave.
Un buen terapeuta no se ofende, no te presiona ni se defiende.
Te escucha. Y juntos podéis:

  • Ajustar el enfoque.
  • Cambiar el ritmo de trabajo.
  • Explorar bloqueos que no se habían nombrado.
  • Redefinir objetivos si es necesario.

🟨 La terapia no es un camino fijo. Es un proceso que puede reorientarse si lo compartes con claridad.

3. ¿Y si el método no te encaja? Hay más caminos.

A veces, la sensación de “esto no me está ayudando” tiene que ver con el tipo de enfoque que se está utilizando.
No todas las terapias funcionan igual para todas las personas.

Puedes hablar con tu terapeuta sobre integrar:

  • Técnicas más prácticas (mindfulness, exposición, registros emocionales…)
  • Herramientas corporales o expresivas
  • Enfoques combinados: trabajo emocional profundo + recursos concretos

La terapia puede adaptarse. Y esa adaptación puede marcar la diferencia.

4. Revisa el vínculo con tu terapeuta

La conexión terapéutica es uno de los factores más determinantes.
Si no te sientes escuchado, entendido o cómodo, es normal que el proceso se frene.

Pregúntate:

  • ¿Siento confianza para decir lo que realmente me pasa?
  • ¿Hay respeto y claridad en la relación?
  • ¿Me veo a mí mismo avanzando con esta persona?

🟨 Si no sientes esa conexión, no es un fracaso.
A veces, cambiar de terapeuta es lo más terapéutico que puedes hacer.

5. Evalúa tu implicación real

La terapia no hace magia. Y no se resuelve solo en consulta.
Gran parte del cambio ocurre entre sesión y sesión.

Hazte estas preguntas con honestidad:

  • ¿Estoy aplicando fuera lo que hablamos dentro?
  • ¿Me estoy dando el tiempo y espacio que necesito para integrar lo que trabajo?
  • ¿Estoy siendo paciente conmigo o exigiendo resultados inmediatos?

No se trata de culpabilizarte, sino de recordarte que el proceso es compartido.

6. Buscar una segunda opinión también es válido

Si después de revisar y hablarlo, sientes que no estás avanzando, puedes consultar con otro profesional.
A veces, una mirada diferente ofrece nuevas claves o reafirma que necesitas cambiar de rumbo.

Una segunda opinión no invalida lo que has hecho.
Te da perspectiva para elegir con más claridad.

Una idea para cerrar

Sentir que la terapia no está funcionando no significa que estés estancado para siempre.
Significa que algo necesita ser escuchado, reajustado o redirigido.
Y si eres capaz de nombrarlo, ya estás haciendo lo más terapéutico de todo: tomar un papel activo en tu propio proceso.

Si sientes que es momento de cambiar el enfoque o empezar desde otro lugar, considera explorar las opciones de Terapia Individual o Terapia en Pareja.

Sobre mí

Soy José Ponferrada, psicólogo general sanitario en Madrid, especializado en psicoterapia breve individual y de pareja.
En más de 10 años de experiencia he acompañado a más de 800 personas, muchas de las cuales han llegado tras haber sentido que su proceso anterior no les funcionó.
Puedes encontrar más de 250 opiniones reales sobre mi forma de trabajar en Google y otras plataformas. Atiendo presencialmente en Madrid y también online.