Para que vuelvas a mirarte con respeto, confianza y sin tantas exigencias
Te cuesta valorarte, incluso cuando los demás te reconocen.
Te criticas constantemente, como si nada fuera suficiente.
Te comparas con todo el mundo, y siempre sales perdiendo.
Te cuesta decir que no, por miedo a molestar o decepcionar.
Tomas decisiones desde la duda, no desde la confianza.
Evitas mostrarte tal como eres, por miedo al rechazo.
Buscas aprobación externa, porque no te basta con la tuya.
Sientes que no estás viviendo la vida que mereces.
Empiezas a verte con otros ojos, reconociendo tu valor más allá de lo que haces o lo que piensan los demás.
Dejas de castigarte con pensamientos negativos, y aprendes a hablarte con respeto y compasión.
Ganas seguridad para tomar decisiones, sin estar todo el tiempo dudando de ti.
Pones límites sin culpa, porque entiendes que cuidarte no es egoísmo, es dignidad.
Dejas de compararte con los demás, y comienzas a valorar tu camino, con tus tiempos y tus logros.
Te sientes más libre para ser tú mismo, sin miedo al rechazo ni necesidad de encajar.
Construyes relaciones más sanas, porque ya no necesitas agradar para sentirte válido.
Recuperas la confianza que habías perdido, y con ella, las ganas de avanzar.
Solo mis pacientes pueden dejar valoraciones. Cuando tu seas paciente podrás aparecer aquí. Mi transparencia es mi mayor valor.
Si tu decisión es elevar tu autoestima, quiero que sepas que me encantaría ayudare.
Con mi metodología encontraremos donde debemos trabajar y realizamos un proceso que te ayudará a encontrar tus objetivos.
Quiero estudiar tu caso en profundidad, por lo que llevaré a cabo una adecuada y exhaustiva evaluación, que me ayudará a entenderte y a saber cómo has llegado hasta aquí.
Procederemos ir al origen de los problemas, para ir colocando cosas en su sitio. En esta fase es donde se van alcanzando sesión a sesión los resultados esperados.
Es una fase de supervisión en la que siempre me quiero asegurar de que estos objetivos conseguidos sean para siempre.
Una baja autoestima no se nota siempre desde fuera.
Pero por dentro pesa: en cada duda, en cada “no puedo”, en cada crítica que te haces sin compasión.
Puede que no te sientas suficiente.
Que pienses que decepcionas. Que te compares constantemente.
Que te cueste tomar decisiones, poner límites o incluso reconocerte lo que haces bien.
No naciste sintiéndote así.
Aprendiste a dudar de ti.
Y eso también se puede desaprender.
Es un espacio donde dejarás de exigirte ser perfecto/a y empezarás a reconocerte desde la aceptación, no desde la culpa.
Aquí no se trata de “inflarte el ego”, ni de “creértela”.
Se trata de que empieces a habitarte desde el respeto, la claridad y la autocompasión.
La terapia te ayuda a revisar creencias, sanar heridas del pasado y construir una relación más saludable contigo.
Reconectar con tus fortalezas y dejar de definirte por tus fallos.
Aprender a hablarte con amabilidad, no con dureza.
Dejar de compararte constantemente con los demás.
Recuperar la seguridad al tomar decisiones sin miedo a equivocarte.
Establecer límites sanos sin culpa ni miedo al rechazo.
Disminuir la autoexigencia que te desgasta.
Aceptar tus imperfecciones sin que eso afecte tu valía.
Empezar a valorarte por lo que eres, no solo por lo que logras.
Es momento de hacerlo si:
Sientes que nunca haces suficiente, por más que te esfuerces.
Te cuesta reconocer tus logros o aceptarte tal y como eres.
Tienes miedo constante al juicio, al rechazo o a “fallar”.
Te comparas todo el tiempo con los demás y siempre sales perdiendo.
Evitas oportunidades por creer que no estás “a la altura”.
Tu diálogo interno está lleno de críticas, dudas y exigencias.
Tu bienestar depende de la validación externa.
No tienes que seguir dudando de ti cada día.
Puedes aprender a confiar… empezando por dentro.
Porque no se trata solo de “pensar en positivo”, sino de entender de dónde vienen esas inseguridades que te están limitando.
Con mi acompañamiento podrás:
Detectar los patrones de pensamiento que dañan tu autoimagen.
Sanar las raíces emocionales que alimentan tu inseguridad.
Construir una voz interna más firme, amable y respetuosa.
Tomar decisiones más coherentes contigo, sin miedo al qué dirán.
Redefinir tu autoestima desde un lugar real, profundo y duradero.
Todo esto en un espacio confidencial y humano donde no tendrás que demostrar nada. Solo permitirte ser, sentir y avanzar.
Está en ti, aunque hoy no lo veas.
La primera sesión puede ser el inicio de un camino distinto:
uno donde dejes de dudar de ti para empezar, por fin, a creer en ti.
Otras alternativas terapéuticas para tu bienestar