Para que tomes una decisión: cerrar esta etapa de forma respetuosa y consciente, cuidando siempre tu bienestar emocional.
No logras gestionar la culpa, el enfado o la tristeza, y sientes que te están comiendo por dentro.
Te cuesta tomar decisiones importantes porque todo parece demasiado confuso o doloroso.
Hay hijos en común y no sabes cómo protegerlos emocionalmente sin descuidarte tú.
Te comparas con otras personas o con tu “yo” de antes, y sientes que has fracasado.
Sigues enganchado/a emocionalmente a tu expareja, aunque sepas que la relación no funcionaba.
Evitas hablar del tema o finges que estás bien, pero por dentro todo se tambalea.
Tienes miedo a lo que viene ahora, a estar solo/a, a empezar de nuevo, a no poder con todo.
Entender lo que sientes sin juzgarte, y ponerle nombre al caos emocional que estás viviendo.
Gestionar la ruptura desde un lugar más consciente, sin actuar desde la rabia, el miedo o la culpa.
Cuidar tu salud mental en un momento vulnerable, sin exigirte estar bien todo el tiempo.
Tomar decisiones importantes con más claridad, ya sea legales, familiares o personales.
Aprender a comunicarte con tu expareja sin caer en el conflicto constante, sobre todo si hay hijos en común.
Cerrar el ciclo con sentido y dignidad, en lugar de quedarte atrapado/a en el resentimiento o la idealización.
Reconstruir tu autoestima y recuperar tu identidad, más allá del rol de pareja que tuviste.
Empezar a mirar hacia adelante con más seguridad, planificando una nueva etapa de vida a tu ritmo.
Solo mis pacientes pueden dejar valoraciones. Cuando tu seas paciente podrás aparecer aquí. Mi transparencia es mi mayor valor.
Estaría encantado de ayudarte a superar esta etapa tan difícil
Con mi metodología encontraremos donde debemos trabajar y realizamos un proceso que te ayudará a encontrar tus objetivos.
Quiero estudiar tu caso en profundidad, por lo que llevaré a cabo una adecuada y exhaustiva evaluación, que me ayudará a entenderte y a saber cómo has llegado hasta aquí.
Procederemos ir al origen de los problemas, para ir colocando cosas en su sitio. En esta fase es donde se van alcanzando sesión a sesión los resultados esperados.
Es una fase de supervisión en la que siempre me quiero asegurar de que estos objetivos conseguidos sean para siempre.
Una separación no tiene que ser una guerra. Puede ser un cierre consciente que te devuelva la paz.
No todos los divorcios se gritan.
Pero muchos duelen en silencio: en la confusión, en la culpa, en las preguntas sin respuesta.
Puede que te sientas perdido/a.
Que no sepas cómo reconstruirte. Que arrastres rabia, tristeza o miedo al futuro.
Que te preocupe cómo afectará a tus hijos, o a ti, esta nueva etapa.
No naciste sabiendo cómo despedirte de una relación.
Aprendiste a vincularte… y también puedes aprender a soltar con dignidad.
Es un espacio donde puedes procesar esta ruptura sin juicios, sin prisas, y sin el peso de tener que “estar bien” de inmediato.
Aquí no se trata de olvidar rápido ni de fingir fortaleza.
Se trata de entender qué pasó, qué sientes y qué necesitas para cerrar este ciclo con respeto y cuidado.
La terapia te ayuda a gestionar el duelo, resignificar tu historia y reconstruir tu bienestar emocional desde un nuevo lugar.
Entender tus emociones sin sentirte desbordado/a por ellas.
Tomar decisiones difíciles desde la claridad, no desde la culpa.
Comunicarte con tu expareja desde el respeto, especialmente si hay hijos en común.
Soltar el resentimiento que te impide avanzar.
Recuperar tu identidad fuera de la relación.
Cuidar tu autoestima y reconstruir tu vida desde tus propios valores.
Aceptar lo vivido sin que eso defina tu futuro.
Es momento de hacerlo si:
Te sientes atrapado/a en una espiral de culpa, rabia o tristeza.
No sabes si quedarte o separarte.
El proceso legal está siendo un desgaste emocional muy fuerte.
Hay conflictos constantes con tu expareja, y te afecta más de lo que reconoces.
Tienes hijos y no sabes cómo acompañarlos sin desbordarte tú.
Sientes que no puedes reconstruirte tras la ruptura.
El miedo a estar solo/a te frena a dar pasos importantes.
No tienes que pasar por este proceso sin guía.
Puedes atravesarlo con apoyo, claridad y compasión.
Porque divorciarse no es solo un trámite legal.
Es también una experiencia emocional profunda que merece ser escuchada y sostenida.
Con mi acompañamiento podrás:
Identificar los patrones que te llevaron a esta situación.
Gestionar el duelo de forma saludable.
Aprender a poner límites y comunicarte sin herirte ni herir.
Cultivar una relación más fuerte contigo mismo/a.
Proyectar tu vida después del divorcio con autonomía y equilibrio.
Todo esto en un espacio confidencial, cálido y sin etiquetas, donde no se trata de culpas, sino de sanación.
Un lugar para reconstruirte con sentido, paso a paso.
Tu vida no termina con una ruptura.
Puede, de hecho, comenzar contigo.
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